Pelamos y lavamos todas las hortalizas. En el caso de la calabaza, puedes perfectamente comprar las típicas bolsas de calabaza del super ya pelada y cortada en trozos.
Troceamos la calabaza (si no lo está ya), zanahorias, patatas y cebolla. No hace falta cortarlas en trozos pequeños, pero sí que sean todos más o menos uniformes para que se cuezan por igual.
Vertemos todas las hortalizas peladas, lavadas y troceadas en una cazuela, y cubrimos de agua.
Ponemos a cocer, en total unos 40 minutos (hasta que estén todo blandito). Empezamos a fuego fuerte, y cuando arranque a hervir, bajamos a fuego medio.
Cuando estén todo bien cocido-blandito, apagamos el fuego.
Tal cual en la misma cazuela con todas las hortalizas cocidas, echamos el aceite de oliva.
Y ahora batimos todo bien con la batidora de mano.
Cuando esté todo bien batido, añadimos sal al gusto y le pegamos una última batida.
Listo! Nos quedará una crema muy suave, con una textura bien fina y un exquisito sabor a calabaza potenciado con el aroma del aceite de oliva.